lunes, 14 de abril de 2008

Stella está en el cielo de los perros!


Ay Dieguito, me rompiste el corazón con la noticia y tu voz llena de tristeza!
Te lo dije por teléfono y lo reitero, no sabes cuanto hubiera deseado estar contigo para abrazarte fuerte y consolarte.
Yo nunca he tenido un perro, solo las de la casa, que aunque he querido, en realidad no han sido mías!
Me toco enterrar a Chispita, Tinina me rompió el alma por lo horrible de su muerte, Manchitas me dolió más que ninguna porque era pana, Vi el dolor de Mariauxi con Luna y ahora la loquita de Stella.
Te confieso que al principio no me importaba, pero en un ratico se ganó mi corazón, me alegraba cuando recibía a las morochas, con tanta emoción que hasta las asustaba, para nada, porque al ratico estaban jurungandole hasta los "colchoncitos" de las patas, acostadas en el piso utilizando el costado de la loquita como almohada.

Jugaba conmigo como ninguna antes jugó, inclusive yo la entendía cuando me decía "Vamos a lo rojito para jugar"
En donde me sentara empezaba a mordisquear mis pantalones o zapatos y las morochas gozaban con todo esto.
Nicole siempre se acuerda que cuando era cachorrita, Stella le sacó la lengua!
Súper farandulera como tú, Luigi y mi Mamá!
Salió en Sinrollodigital.com, en Sinflash.com y no se donde mas!
Lo más arrecho es que si yo considero esto especial, no es nada en comparación de como era con Luigi y por supuesto con su Papá que eres tú!
Todo mi amor y el de Mary y las morochas esta contigo Dieguito!

A Luigi le escribí en el Facebook:

No sabes el drama aquí en la casa!
Nicole lloró y lloró y lloró.
Michelle lloró más, abrazando una foto de Stella que después puso en un porta retrato, se quitó el rosario que carga puesto siempre y se lo puso por encima a la foto, había hecho una escultura de la Virgen en papel de aluminio y la agregó al "altar" que montó!!
Aquí estamos Mary y yo súper tristes por la loquita y con los corazones arrugaditos por la ternura de las moro!

El ver a mis hijas de esa manera, por primera vez en la vida, porque cuando se murió su abuelata eran muy pequeñas, me rompió el alma, literalmente!
Las consolé y abracé mucho, esos momentos me llenaron de muchos sentimientos encontrados pues había dolor, tristeza, frustración, incapacidad de explicarles bien lo sucedido, pero también sentía mucha ternura y sentí que todo mi amor fluía hacia ellas para calmarlas, y por eso te escribo esto a las 5 de la mañana, ya que no pude dormir.

Una vez más, estamos contigo, te queremos

Enrique, Mary, Michelle y Nicole

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